domingo, 21 de abril de 2013

EL ICONO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE


El 12 de diciembre de 1531, Juan Diego abrió su tilma ante el obispo de México para mostrar las rosas de Castilla que la Virgen le había dado como prueba de sus deseos. Al abrir la tilma, no solo cayeron las exóticas flores, sino que se reveló también la imagen de la Señora. Así comienza una devoción a una imagen religiosaque hoy en día atrae a millones de peregrinos del mundo entero a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México.

El ícono de Nuestra Señora de Guadalupe


El ícono de la Virgen de Guadalupe mide aproximadamente 66” x 41”. La imagen de la Virgen ocupa cerca de 56 pulgadas de la tela. La Morenita, como le llaman cariñosamente los mexicanos, está de pié, con el rostro inclinado hacia la izquierda del espectador. Esta inclinación sirve para que la división entre las dos piezas que componen la tela no corrompa la cara de la Virgen.
La Guadalupana está vestida con un manto azul con estrellas. Este manto representa la "Tilma de Turquesa" con que se cubría la gente de nobleza e importancia. También se refiere a la iconografíacatólica de la Virgen María basada en la mujer del Apocalipsis del Nuevo Testamento, que aparece en Apocalipsis 12:1 y dice:
“Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza”.
Los rayos del sol rodean la imagen de la Virgen en forma de vesica piscis. El lazo negro en la cintura y el abultamiento debajo del lazo indican que la joven está embarazada. Está parada sobre una luna negra, un símbolo del mal para los mexicanos. La sostiene un ángel con alas de águila.

Pintura Milagrosa

La imagen de la Virgen de Guadalupe tiene casi 500 años. Ha sufrido atentados que incluyen la explosión de una bomba que causó muchos daños alrededor del cuadro, pero que no dañó ni la imagen ni el vidrio que la protegía.
Los científicos han estudiado esta imagen con el propósito de descubrir sus secretos. La tela, las pupilas y la manera en que fue pintada son objeto de escrutinio para aquellos que requieren pruebas más allá de la fe.

La tela

La imagen está plasmada sobre un ayate, material muy degradable que en este caso se ha conservado milagrosamente a través de los años.
La tela del ayate es de fibra vegetal de maguey. Esta fibra se descompone por putrefacción en veinte años o menos. A pesar de que la imagen estuvo expuesta al ambiente durante sus primeros 116 años, el ayate de la imagen continúa en excelente estado de conservación.
El polvo, la humedad, el calor, el humo de las velas, el roce de miles de objetos y el contacto con manos y labios de peregrinos no lograron dañar la imagen de la tilma de Juan Diego.

La imagen

El alemán Richard Kuhn, premio Nobel en química, estudió la pintura de la imagen de la Virgen de Guadalupe. Su conclusión fue que "estos colorantes no son ni minerales, ni vegetales, ni animales". Otro científico, Philip Callahan, la fotografió con rayos infrarrojos. Descubrió que la tela no tiene ningún engomado ni preservativos.
También se descubrió que la imagen no tiene esbozos. Fue plasmada sin correcciones o dibujos.
La imagen tampoco tiene pinceladas visibles, excepto algunas casi imperceptibles en las pupilas. Y aunque los colores son consistentes con los métodos del siglo XVI, su luminosidad no es común para esta técnica.

La pupila

El fotógrafo de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, Lauvvoignet, examinó en 1929 la pupila de la Virgen. Creyó ver que en el ojo de la Guadalupe se veía reflejada la imagen de un hombre.
El Dr. José Aste Tosnmann, un especialista en imágenes digitales, después de tomarle fotografías a la pupila de la Virgen de Guadalupe, las amplió para ver más detalles. Las imágenes que descubrió parecen revelar lo que la Virgen vio cuando se plasmó en la tilma. Él investigó a cada personaje descubierto en esta imagen y logró encontrar personas de la vida real que coinciden con los que estan presentes en las imágenes de la pupila de la Virgen.

La fe en la Virgen de Guadalupe

Los que creen en Nuestra Señora de Guadalupe no requieren experimentos científicos para mantener su fe. Son muchos los testimonios de personas que han recibido milagros de la Virgen de Guadalupe. Aún así, estos datos no dejan de ser interesantes. A veces la convergencia del mundo espiritual con la realidad percibida es sustentada por las herramientas que tienen a su disposición los humanos para revelar los misterios de la fe. Otras, solo el corazón puede guiarnos a decidir cuál es la verdad.

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